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Vamos a poner las cosas claras. Una cosa es reutilizar y ser amigable con el planeta y otra muy diferente acumular cosas viejas y sin objeto práctico ó “por si acaso”.
El aseo y la practicidad deberán ser la regla en tu nueva casa, por muchas razones:
- Es más fácil. Si quieres encontrar algo, sabrás donde buscar.
- Es bueno para tú autoestima. Cuando vives en un lugar bonito y aseado, te gusta tu casa y no tendrás inconvenientes al tener invitados.
- Te hace feliz. Si el espacio al que llamas hogar realmente te gusta, es muy probable que al pensar en el tengas emociones positivas.
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Volviendo al 96% de la población, muchas personas que no presentan condiciones psiquiátricas, se dejan llevar por la mugre y la acumulación por meses enteros, haciendo del “día de la limpieza” toda una odisea. Guardar cositas “por si acaso” es muy común y lleva a las personas a acumular objetos y a recoger basura, bajo las premisas: “como se va a perder”, “si eso está bueno, cómo lo va a botar” o “deje que eso se vuelve a poner de moda” y excusas por el estilo.
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Antes de recoger o de guardar algo para modificar después, piensa bien cuál será el uso que le vas a dar, si no lo tienes claro y aun así quieres guardarla, usa la regla de los 2 meses, si pasados 2 meses no la haz utilizado, es mejor que la botes o que la regales.
Hay cosas que es mejor regalar, piensa que hay gente mucho menos afortunada que tú, que probablemente pueda necesitar esos tapetes que ya no usas y que haz guardado desde tu infancia o esa poltrona magnifica que solo a ti te gusta porque se ve muy “vintage” pero ya no cuadra con nada en tu habitación.
Deja fluir la energía en tu casa, no tengas por tener, viajar ligero siempre será una buena política, reutilizar no es sinónimo de acumular todo lo viejo que ya nadie usa.
2 comentarios:
yo conocí un día a un señor que tenía un cuarto como con cuatro armarios y todos llenos con monederos, ropa, zapatos, chancletas. Era increíble la manía acumuladora. Me contaba su hijo que este señor, que es militar, alcanzó a tener una pequeña caleta: pistolas y hasta un fusil.
Es que hay mucha gente así, y no son tan exagerados como para clasificar en la enfermedad, pero se apegan tanto a las cosas que no son capaces de botar nada... Yo conocí una familia entera que vivia en una casa que parecía un museo,tenían tantos muebles que no se veían los muros, daba un poco de miedo...
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