Cómo sobrellevar una crisis de salud

Autor Invitado: Maria Teresa Reyes

Sobreviviente de Sarcoma*

Para escapar de una “trampa de la vida” es importante rehusarse a “ser víctimas”

Cuando me diagnosticaron la enfermedad, luché por superar esa extraña sensación de incredulidad e impotencia, que se revela contra la idea del dictamen médico, sentía que mi mundo declinaba, me aferré lo mejor que pude al amor de mis seres queridos y pensé en la brevedad de la vida.

Descubrí que tenía que ser fuerte para empezar a luchar contra la enfermedad. Encontré que indagar sobre el padecimiento, ayudaba a dar ánimo y dediqué un tiempo en internet a buscar datos complejos que me ilustraron sobre la enfermedad.

Consulté a médicos cercanos, que generosamente encontraron un rato para atenderme y responder a mis preguntas. Solicité vigilancia al médico que me correspondió de la EPS y con la ayuda de mi familia y amigos tomé las mejores decisiones para ganar la carrera por la vida.

Aunque no sentí afinidad con mi oncólogo, por el modo en que me notificó el diagnóstico, le planteé mis puntos de vista sobre el tratamiento y busqué un soporte adicional en la medicina alternativa, así preparar mi organismo y mi mente para enfrentar la agresividad de los procedimientos convencionales.

He aprendido que hay muchas maneras de sobrellevar las crisis de salud, entre ellas, propongo las siguientes:

• Desafiar los miedos con naturalidad.
• Conversar abiertamente sobre el tema, porque ayuda a reprogramar las emociones.
• Fortalecer el sistema inmunológico con una equilibrada dieta y ejercicio físico.
• Disponer el ánimo para disfrutar del buen humor, ya que este produce endorfinas, que aumentan el sentimiento de felicidad. (La risa, remedio infalible).
• Buscar el bienestar del espíritu, ya sea con la ayuda de la oración -porque la oración que nace del corazón, puede ser un gran apoyo de recuperación-, o con técnicas que logren un estado mental positivo, e incluso creativo, orientado a la autocuración. Las tradiciones espirituales de  oriente también nos enseñan que es posible retomar las riendas de nuestro ser interior y del funcionamiento de nuestro cuerpo.

• Cultivar un cercano y cálido sentimiento por los demás, automáticamente nos pone la mente en calma.
• Encontrar una compañía serena y confiable, así como un lugar donde sentir seguridad y placidez.
• Aprender a reconciliarse con la vida, escogiendo un estilo de vida más atinado, alejándose de pensamientos negativos y actitudes autodestructivas. Algunos llevamos un niño interno iracundo que muchas veces ha estado reprimido desde la infancia.

De una cosa sí estoy segura: la mayor conciencia de abrirme nuevamente a la vida, a consecuencia de la crisis de salud que he tenido, me ha proporcionado mucho más valor para mantener mis deseos de vivir. Evoco una frase escrita por Platón hace casi 2400 años: “No se puede curar el cuerpo sin el alma”. Eso significa que el cuerpo no puede sanarse, si al mismo tiempo no hay una sanación espiritual y psicológica. 

¿Es posible relajarse con la certeza de la muerte? , Vive Feroz!