Conviviendo con tu pareja

La convivencia no solo se trata de tolerancia y comunicación, también debes tener en cuenta la distribución de responsabilidades en asuntos más mundanos como el pago de las obligaciones y el aseo de la casa.

Al empezar su vida como pareja, deberán considerar lo que cada uno está dispuesto a aportar y que esperan del otro. El pago de servicios para el mantenimiento del lugar donde van a vivir debe ser equitativo, a menos que uno de los dos no tenga trabajo, en ese caso, deberán negociar de otra manera y equilibrar las cargas. Pueden negociarlo con el mantenimiento y aseo de la casa o con la preparación de los alimentos.

Si ambos trabajan, deben establecer horarios y repartirse funciones dentro de la casa, por ejemplo, si uno tiende la cama, limpia el polvo y lava los platos, el otro cocinará, lavará la ropa y los baños.

Las visitas a familiares y amigos también deben negociarse, siempre considerando las costumbres de cada uno. Si no eres muy sociable, pero tu pareja disfruta de las reuniones familiares y con amigos, podrán crear espacios intermedios,  si ceden un poco, tal vez descubras que la vida social puede ser muy entretenida y tu pareja encuentre más interesantes las salidas al campo o tu manía de recoger todo lo que ves en la calle.

via: Dwell

Ceder no es renunciar. Tomar decisiones como pareja puede ser un poco complicado, sobre todo si no comparten algunos gustos y manías.  Traer una mascota, exhibir su colección de soldaditos a escala, crear un taller de costura en medio de la sala, elegir un sofá. Hablar al respecto es lo más importante, háganlo hasta llegar a un acuerdo. Dejarse imponer cosas o renunciar a lo que te gusta solo puede terminar mal. Siempre encontrarán una solución si están dispuestos a comunicarse.

Vives con la persona que amas, tu mejor amigo, tu cómplice. No hables mal de tu pareja con otras personas, no hagas cosas que de antemano sabes le van a desagradar y no ignores su opinión. Si han decidido irse a vivir juntos es porque de alguna forma quieren compartir sus vidas. 


Compartan sus planes financieros, hablen sobre sus sueños y ambiciones, creen un fondo común de ahorro, aprendan a hacer cosas nuevas, hagan ejercicio y cuiden sus hábitos alimenticios, pero sobre todo no se rindan tan rápido si saben que vale la pena y no dejen de soñar!