Cocinando en casa - No botes la comida!

Uno de los grandes enigmas de la vida en solitario es el manejo y conservación de alimentos y no pensamos en eso hasta que sentimos un repentino dolor de estomago después de almuerzo o encontramos el jugo de naranja aromatizado con cebolla. Éstas pueden ser consecuencias de contaminación cruzada dentro de tu propia nevera, pero, cómo evitarla?

En el mundo moderno nos acostumbramos a la presencia de ésto maravilloso aparato, pero no todos sabemos usarlo, así que lo llenamos sin pensar mucho en lo que estamos haciendo.  

A continuación encontrarás una pequeña guía para principiantes en manipulación de alimentos en casa. Muy importante, considerando que vas a lograr mantenerlos frescos por más tiempo. También puedes bajar nuestra tabla de tiempos de conservación de alimentos en la nevera.

• No olvides que todo lo que pongas dentro de tu nevera deberá estar apropiadamente empacado.
• Es una buena idea, separar las carnes y pescados por porciones, antes de meterlas al congelador, puedes pedir en el mismo supermercado que te las empaquen así.
• Consigue recipientes reutilizables con tapa de cierre hermético, elige unos pequeños, poco profundos, donde puedas guardar porciones individuales. 
• No hagas una montaña de comida. Guarda las carnes aparte de los pescados y del pollo.
• Al comprar los alimentos en el supermercado, los últimos que deberás tomar son los congelados, así mismo serán los primeros que guardas en el congelador. Si lo haces, evitas que se reproduzcan microorganismos que aceleran la descomposición.

• Si abres un alimento en lata y no vas a consumirlo en su totalidad, re-envasa el contenido restante en un recipiente limpio con tapa, conservándolo en su caldo. No lo guardes dentro de la lata.
• Si te sobró comida del almuerzo, o si quieres preparar porciones y consumirlas durante la semana, guárdalas por separado en recipientes pequeños. Espera a que se enfríen por completo antes de meterlas a la nevera o al congelador.
• Considera que si ya descongelaste algo cocinado, no lo puedes volver a congelar, si no lo vas a usar, deséchalo, pues puede representar un riesgo para tu salud. Si encuentras algún alimento que presente cambios de color, olor o tiene hongos en la superficie, es mejor que lo deseches también.
• Las verduras frescas se ubican en la parte de abajo de la nevera. La lechuga, espinaca y otras hortalizas con hojas, se conservan mejor en bolsas de papel.
• En los entrepaños del medio se ubicarán los productos lácteos, los huevos y los alimentos ya cocidos empacados apropiadamente.
• La parte más alta, justo debajo del congelador, se reserva para el jamón y salchichas.

Estos consejos no solo te ayudarán a conservar mejor los alimentos que compras. Si los aplicas, puedes evitarte un dolor de estomago o peor aún, una intoxicación severa!