domingo, 11 de marzo de 2012

La vida es ahora… mmm 5 minutos…

permitirnos ser un poco más como nuestro mejor amigo
Domingo. Qué se supone que deba hacer. Escucho una voz en mi cabeza que retumba sin parar: “la vida es ahora”… pero yo estoy muy cómoda aquí sentada envuelta en mi pijama y mi saco de lana favorito, llenándome de argumentos.
Si viviéramos cada minuto de nuestras vidas como si fuera el último, si cada segundo de nuestra existencia estuviese cargado de tal intensidad, no quedaría mucho de nuestros desgastados cuerpos al final del día.

Y después de muchas horas de divagar en torno al tema he llegado a las siguientes conclusiones, que tal vez o tal vez no sean de utilidad para ustedes pero podrían servir de argumento para disfrutar de 5 minutos más en brazos de la madre de todos los vicios:

descubrir el placer de leer en la cama

Equilibrar. Como en la ley de los contrarios: quietud y movimiento, adentro y afuera, ruido y silencio, uno no puede existir sin el otro. La armonía entre estos dos contrarios es lo que nos asegura una vida plena, así que vivir intensamente también exige relajarse intensamente…
llenar la tina y quedarse allí un par de horas
Observar. Si tenemos la ventaja de ver, oír, tocar y oler, deberíamos darle más valor a escuchar, observar y apreciar todo lo que nos gusta (y lo que no). Estamos expuestos a tanta información que debería ser una obligación detenerse de vez en cuando a clasificar! Lo que me lleva al siguiente punto…

Reflexionar. La vida pasa ante nuestras narices mientras estamos ocupados haciendo cosas. Suena familiar? Uno se llena de obligaciones, citas, planes y metas para justificar la existencia, pero la mayoría de las actividades que ejecutamos al día son meros distractores, no experiencias. 
nada como caminar por el bosque para
despejar la cabeza
Andar por el mundo como robots llenos de motivos persiguiendo metas, no tiene ningún sentido si no sabemos por qué lo estamos haciendo…  Me parece de mayor importancia detenerse de vez en cuando y realmente pensar sobre los motivos y propósitos que le dan sentido a la vida.

Soñar. Ayer escuché a una señora decir, mientras miraba a una niña jugar en un charco: “los niños se entretienen con cualquier cosa” y recordé que en la medida en que uno crece va perdiendo la capacidad de crear dimensiones diferentes para las cosas. Cuando somos niños nos permitimos imaginar un mundo entero creado por nosotros mismos, no hay límites, todo a nuestro alrededor se convierte en lo que nuestra propia imaginación quiere. Vivimos envueltos en realidad, ahogándonos en noticias, trancones, política, dinero y violencia, no sería bonito aislarnos por un momento y permitirnos soñar despiertos?

Creo que ahora me voy a caminar un rato, el viento sopla con fuerza y me encanta sentir que en algún momento puedo salir volando. Y ustedes, van a seguir pegados a esa pantalla?

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