En esta ocasión nos remitimos a problemas pueden resultar muy comunes en el diario vivir, pero que se resolverán fácilmente con éstos truquitos, haciendo que tu hogar siempre luzca impecable.
- AFLOJAR TORNILLOS: La solución es ponerle agua oxigenada y dejarla actuar durante varios minutos. Verás cómo se aflojan fácilmente.
- ARMARIOS SIN HUMEDAD: Distribuye por los gabinetes, pequeños trozos de tiza, ésta se encargará de absorverla por completo, también se pueden poner bolsitas de tela llenas de arroz.
- TIJERAS OXIDADAS: Frótalas con media cebolla, lavalas y secalas de inmediato.
- MANCHAS DE ÓXIDO EN LOS BALCONES: Frótalas con un puñado de sal y un papel para que desaparezcan.
- EVITAR EL OLOR A TABACO: Se debe empapar una esponja con agua fría y dejarla toda la noche, sobre un plato, en el espacio que desees ventilar. Al día siguiente ya no habrá olor.
ESPEJO EMPAÑADO: frota con un paño un poco de gel de afeitar, luego retíralo bien con otro paño seco, hasta que el espejo quede limpio.- SARTENES COMO NUEVOS: Pon a hervir en ellos un chorrito de vinagre por varios minutos, luego lávalos regularmente
- PARA QUE TE DUREN MÁS LAS FLORES NATURALES: Echa en el agua del jarrón una cucharadita de sal, otra de azúcar y 2 o 3 gotas de cloro.
imagenes via: design sponge
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1 comentario:
¡Cerdo feroz, enhorabuena con los truquitos para resolver problemas del diario vivir. No sólo son de gran utilidad y de interés general, sino que además, forman parte de esos secretos que guardan las mamás en su cajita de pandora!
Un buena práctica de las mamás para controlar las humedades por condensación interna en los apartamentos consiste en abrir las ventanas cuando la humedad relativa exterior es baja; es decir, cuando el aire de afuera está seco porque está caliente y está haciendo sol. De esta manera, hay un adecuado intercambio de aire, permitiendo que salga el aire cargado con el vapor de agua generado en el apartamento y que entre aire seco. Las ventanas se deben cerrar antes de que se comience a nublar el día o antes de que se comience a enfriar la tarde, para que el aire que quede encerrado en la habitación tenga la menor cantidad de agua posible.
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