viernes, 21 de enero de 2011

De donde vienen los cerdos con alas...


"¡Ésta casa no es un hotel!"

No les sonará extraño que a mis 18 añitos escuchara a mi mamá repetir ésta frase día y noche, considerando que mi hermana y yo, víctimas de la emocionante vida social que la calle nos prometía, no veíamos la hora de salir corriendo de la casa, con o sin permiso.

"¡Es que esto no es un hotel niñas! mientras vivan en esta casa o me obedecen, o se van!"  Y bueno, ¡pues nos fuimos!
Claramente, no todos los casos de irse de la casa proclaman actos tan rebeldes como el de mi hermana y mío, muchos otros adolescentes encuentran su independencia cuando deciden ir a estudiar a otra ciudad; cuando sus padres se mudan con sus nuevas familias (conocí un caso); cuando se van a estudiar a otra ciudad o país, descubren el mundo y la casa se les queda pequeña; cuando huyen por razones menos gratas, o como nosotras, que nos tomamos literalmente la frase estrella de los padres aturdidos!

Gracias al cielo mis padres siempre nos aplicaron tácticas pedagógicas de avanzada y ante los ojos de todos los que desaprobaron aquel experimento, nos llevaron a vivir a un apartamento muy bonito con dos habitaciones y terraza, equipado hasta los muros. Lejos estábamos de pensar que nuestra recién adquirida independencia era parte de la gran lección que estábamos por aprender.

La primera noche fue increíble. Después del más anhelado trasteo, almorzamos sanduches y ponqué, sentadas en el suelo de la terraza, llamamos a medio país y organizamos todo el desorden. Mientras celebrábamos, todo lo que se nos ocurría pensar era que ahora éramos dueñas de nuestro destino. Un rato después, agotada, me recosté en la cama y mirando alrededor no podía dejar de pensar en todo lo que estaba por suceder, una enorme sensación de libertad inundaba mi pecho y pronto caí en el más profundo sueño. Y así terminó mi primera noche como judío errante, como un cerdo silvestre sin Dios ni corral. Desde ese entonces han pasado 15 años, ya he cambiado cuatro veces de apartamento, viví sola durante diez y confieso que en todo ese tiempo sentí que casi todo a mi alrededor era ajeno, ¡tal como en una habitación de hotel! Qué ironía!!!

Desde hace un año comparto mi vida con un tipo que tomó el riesgo de quedarse en Colombia y poco a poco hemos ido organizando un espacio que finalmente me ha devuelto la sensación de hogar. Los hogares se construyen con cositas, objetos que más que hacer bultico, dicen la historia de uno, de la cotidianidad, de rutinas interminables, de tareas aburridas y de amor. Sin embargo, aún conservo algunos recuerdos de mis vidas pasadas; vasos de frasco de mermelada, la silla que dejó el abuelo, una mesita de noche de dudosa procedencia, la útil pero más horrible alacena que hayan visto jamás los ojos humanos, y otro par de decoraciones heredadas de las que ya nos ocuparemos más adelante.

Después de esos quince años en la misma dinámica, aprendí que la vida en solitario no tiene por qué ser un proceso duro y traumático. En ese camino larguísimo de lecciones he descubierto que aunque soy un ama de casa bastante mediocre,  me encantan todas las labores de mantenimiento e instalación (razón por la cual me llamaron alguna vez "Mario Bros"). Así también, he aprendido a reconocer aquellos problemas que  me complicaban la vida casera y a darles soluciones prácticas, las mismas que les he compartido a mis amigos y que ahora también les compartiré ustedes.

Así empieza esta nueva historia, la historia de un CERDO FEROZ, uno que dejó su casita de paja, se atrevió a ponerse alas y que salió a comerse al mundo. La historia de muchos que aunque viven lejos de la amorosa supervisión de sus tutores, ya no están solos. Aquí tienen a un grupo de personas con ganas de hacerles la vida fácil, de ahorrarles sufrimientos innecesarios, para que esa sensación de libertad de la primera noche sea permanente y la experiencia 100% feliz.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buen proyecto .. muy adecuado para mi ahora.. gracias. .

Quizás también le interese:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...