Un jardín de macetas tiene características diferentes a uno plantado directamente sobre la tierra. Al sembrar las plantas en potes, deberás tener mayor cuidado con el riego y el abono. Cada planta tendrá sus necesidades de riego que podrás averiguar directamente en el vivero, sigue las instrucciones de riego al pie de la letra, pero también ten en cuenta que:
La tierra de las materas pierde nutrientes rápidamente en el agua que drena del riego, así que tendrás que mantener un abono a mano y aplicarlo cada 15 días. En la mayoría de los viveros y lugares especializados para plantas encontrarás una gran variedad: en gránulos, pastillas, astillas y líquidos. Cada uno de éstos fertilizantes está preparado según la necesidad de cada planta, así que fíjate si necesitas aumentar y fortalecer el follaje o si quieres más flores.
Cada envase trae instrucciones de uso especificas, pero las generales serán que el fertilizante no debe tocar directamente las raíces de la planta, que lo uses cada 15 días y lo más importante, te debes lavar las manos después de usarlos y dejarlos lejos del alcance de niños y mascotas.
Nosotros preferimos usar los que vienen en presentación granulada, ya que se disuelven rápidamente en la tierra y vienen con una cucharita para esparcirlo fácilmente.
Las abuelas recomiendan: *dejar las cascaras de huevo aparte, molerlas y ponerlas sobre la tierra; *dejar una taza de arroz en agua durante la noche y usar esa agua para regar las plantas al otro día; *si tienes peces, usa el agua de cambio para regar las plantas. Puedes hacerlo cada 15 días.
A veces el hueco para drenaje de la matera se obstruye, así que el agua no encuentra un lugar para salir y forma un lodazal dentro del pote. La condición ideal es que la tierra se vea hidratada y de color negro profundo, aún así es preferible que se vea un poco seca, ya que el exceso de humedad pudre las raíces. Para saber si la tierra está húmeda dentro de la matera, clava un palito de madera y verifica la consistencia de la tierra, sácalo y comprobarás a simple vista si hay lodo saldrá sucio, si por el contrario sale limpio, la tierra esta perfecta. En todo caso, si la tierra está muy húmeda, es mejor que cambies la planta a otro contenedor y que dejes secar al aire libre las raíces, no más de una noche.
Para trasplantar de un pote plástico a una matera:
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2. Mide previamente la altura de la matera de plástico con la nueva de barro y llena ésta última de tierra con cascarilla lo suficiente, como para que la planta sobresalga en su nuevo contenedor.
4. Extrae la planta del contenedor plástico, cogiéndola por la base (es la parte que está más cerca a la tierra, puede ser el tronco o la base de las hojas) con cuidado de no rasgarla o forzarla.
5. Ubica la planta en el centro de la nueva matera y, sosteniéndola por la base con una mano, rellena los bordes con tierra hasta 1cm del borde.
6. Presiona un poco con tus dedos la tierra, para darle una base fuerte a la planta, no aprietes mucho ni la dejes muy suelta, quedará perfecta cuando hales un poco la planta y te ofrezca resistencia.
7. Aplícale un poco de fertilizante o humus y riégala con un poquito de agua.
8. Listo! Ya puedes empezar a fabricar tu pequeño jardín de materas. Escoge colores y plantas de diferentes tamaños, puedes meter 2 o más plantas en una sola matera.
En los viveros ofrecen también el servicio de trasplante y transporte hasta tu casa. Llena tu vida de verde y Vive Feroz!
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6. Presiona un poco con tus dedos la tierra, para darle una base fuerte a la planta, no aprietes mucho ni la dejes muy suelta, quedará perfecta cuando hales un poco la planta y te ofrezca resistencia.
7. Aplícale un poco de fertilizante o humus y riégala con un poquito de agua.
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