martes, 24 de mayo de 2011

De la tacita de azúcar al infierno en la tierra


via: Dwell

Cuando te vas a vivir solo y llegas a vivir a una copropiedad, como un edificio o un conjunto de casas, o peor aún, una casa convertida en pequeños apartamentos, estarás a punto de compartir la misma construcción con un grupo de extraños.
Te separan de ellos delgados muros, que a veces serán insuficientes para aislar tu vida de la del vecino.
Oh vecinos, creaturas indomables y extrañas, tu primer fogueo con una estructura social en miniatura, un plato de petri en el que bien puede crecer cualquier cosa.

Hay quien intenta evitarlos, en los pasillos, en el ascensor, aquel que nunca va a las reuniones de asamblea, es el vecino apático, ese que se esconde en su apartamento hasta que el otro sale para no tener que saludarlo y que pasa corriendo para evitarte al salir, el más común, pero el menos solidario.
El vecino proactivo, aquel que tiene la ilusión de cambiarlo todo. Seguro es miembro del concejo de administración, conoce a casi todos los vecinos y siempre saluda, un personaje simpático, siempre está a la cabeza de las iniciativas comunes, pero no se mete en los asuntos de los demás.

via: Dwell
El vecino metiche, siempre está en la ventana o hablando con el celador o la aseadora, saluda con sorna y habla a la espalda de los demás, probablemente te haga un perfil completo de cada habitante.
El vecino descarado, un tipo queridísimo con doble personalidad. Aquel que parquea donde le caiga el carro, hace fiestas cada fin de semana a todo volumen y soborna al celador de turno. Se cuelga con el pago de administración y se queja continuamente de todos los “intolerantes” que aun no entienden que la vida es corta y que la juventud se va para no volver.
El vecino quejumbroso, no tolera ni el llanto de un bebé, ni una maceta fuera de lugar, el aseo siempre es insuficiente y los vigilantes son unos descarados groseros. Un personajillo detestable, que probablemente tiene al borde de un ataque de nervios al administrador.
El vecino fresco, pide prestado y no devuelve, roba señal de internet y tal vez también de televisión, le pide a la aseadora del edificio que le limpie el apartamento y al portero, que le cuide el carro del visitante de turno que dejó parqueado al frente.

via: Dwell
Es por todo esto que eso existen los reglamentos de copropiedad. Cuando llegues a tu nueva casa o apartamento, exígele a tu arrendador, al vendedor o en su defecto al administrador de turno, una copia del reglamento y del manual de convivencia. Allí encontrarás las normas y reglas que rigen tu nuevo hogar. 
Suena a lectura aburridora, pero es importante que conozcas tus derechos y tus deberes como parte de una comunidad, considerando que el que no da, no tiene derecho a exigir, es mejor que te pongas al día con este “manual de instrucciones” para vivir en comunidad.

Un video bonito del visionario animador y director de cine Norman McLaren Neighbours , haciendo enemigos desde 1952!

Si tienes inquietudes sobre los reglamentos de copropiedades, puedes consultar la ley 675 de 2001 y sobre el manual de convivencia aqui.

Comunidad Vecinos es una página Española, muy interesante, que proporciona mucha información sobre la vida en comunidad, modelos de cartas, presupuestos y leyes.

Y tú, ¿qué tipo de vecino eres?
Promueve actividades de reciclaje en tu comunidad y Vive Feroz!

No hay comentarios:

Quizás también le interese:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...